Social Media

Una cultura de no cultura

Imagen tomada de unsplash / Rots Marie-Hélène / @machestla

Somos una sociedad de chismes y farándula, más que de noticias y conocimiento.

Cuando hablamos de la responsabilidad no lo hacemos desde el ámbito legal del estado de garantizar el derecho a informar y a estar informado de los ciudadanos, hablamos de una responsabilidad social más completa y trascendente, una responsabilidad que va ligada tanto al infante como al adulto mayor, ofreciendo un contenido de calidad que forme, que eduque y que genere progreso.

Ahora somos una sociedad multipantalla, aunque uno de los medios más eficaces durante años ha sido, y seguirá siendo la televisión, por esta razón las grandes marcas y los grandes consorcios se han mudado para allí, para persuadir desde este medio con mayor eficacia, pero no solo ellos ejercen presión comercial, sino que el mismo estado logra ejercer un control político e ideológico desde el contenido televisivo. Hoy las plataformas sociales tienen tanto poder que incluso congregan opiniones, genera reacciones peligrosas, derrocan un presidente, convocan a marchas y más.

De qué sirve formarnos en ciencias humanas si en realidad se piensa es en dinero, irónicamente la formación que se ha creado para pensar y actuar a favor de la sociedad se ha convertido en una herramienta para potenciar el comercio, ahora es más importante conocer todo el saber que ofrecen disciplinas como la antropología, la sociología, la sicología, entre otras muchas disciplinas, no para entender a las personas como individuos y como sociedad, sino para entender su comportamiento frente al mercado y lograr optimizar la manera de venderles.

No hay sociedad actual, sino una individualidad que trabaja en equipo para satisfacer las necesidades de algunos, es decir, ya no se piensa en el beneficio colectivo sino individual, ya no se actúa por el progreso de todos sino de pocos.

Gracias a la labor de los medios de comunicación hemos convertido a la sociedad en amantes de los chismes y de la farándula, creándoles contenidos que den de qué hablar y generen polémica desde lo absurdo. Una masa tonta es más fácil de manipular que una masa pensante, allí radica la importancia del control mediático. Incluso algunos medios para captar más la atención de sus usuarios en Internet usan títulos amarillistas y se inventan noticias (fake news) solo para generar ruido y estar en la boca de todos.

No hay una manipulación subliminal inserta en el contenido al que nos exponen, de hecho dicha manipulación es tan explícita y directa que aunque la sociedad la identifica y señala la siguen consumiendo, caen en un masoquismo intelectual de naturaleza desconocida, prefieren consumir contenido vacío para llenar sus mentes vacías, el problemas es que siempre tienen sed de algo que no los saciará.

Hay un fenómeno actual que viven los medios y es su transformación, ahora deben buscar otras plataformas de apoyo para cubrir al máximo su público.

Los jóvenes actuales ya no consumen televisión, en algunos casos por insatisfacción del contenido, y en otros casos porque lograron abrir sus ojos y ver el control que ejercían sobre ellos y su estilo de vida, la televisión nos muestra constantemente una «opinión pública», que es otra herramienta de manipulación para que la masa no pensante caiga inmersa en esta manera de pensar y tome dicha opinión como propia, de allí que algunos jóvenes prefieran formar su propia opinión con la lectura somera de varios medios de comunicación sobre un mismo tema y logran generar sus propias conclusiones, el problema allí es que de igual manera estas opiniones están contaminada por los fines de cada medio, pero por lo menos existe un grado de libertad más grande. Los profesionales de los medios no ignoran dicho fenómeno, y por tal razón crean planes de contingencia para no perder a su público cautivo y lograr cautivar a otros nuevos, en este caso a los pequeños, el contenido infantil se encuentra más que manipulado, detrás de la cortina de educación y diversión se encuentra un fin comercial, un fin ideológico y político, cautivarlos desde ya será más fácil para su futura labor en años próximos. Por esta razón ya varios países están regulando de manera estricta los anuncios que se les muestra a este público y la recolección de datos en algunas plataformas como YouTube y TikTok.

Unos pocos han entendido la importancia de abrir los ojos y exigir un mejor contenido, pero lamentablemente se ha conseguido el resultado contrario, hablando concretamente del caso colombiano de la serie novelística de los «Tres caínes», la cual tiene en el momento una campaña en redes sociales que ha exigido a las marcas no pautar en programas que promuevan la violencia y van en contra de los valores morales, lo que los creadores de esta campaña no contemplaron era el sentido innato de curiosidad que tiene el ser humano, que lo obliga a buscar más información y a conocer más a fondo de lo que se habla y desconoce, en este caso, para conocer más y saber de qué se tratan los argumentos en contra de la novela, era necesario verla, ayudando inocentemente a subir el rating de la cadena de televisión y propiamente del programa «Los tres caínes», aunque muchas marcas por la presión generada en las redes sociales decidieron remover su pauta durante el programa, otras decidieron seguir pautando ahí, sin importar lo que pudieran pensar las personas, ya que aunque en redes sociales se veía un gran grito que decía «NO MÁS PAUTA EN TRES CAÍNES» (caso Colombiano de las marcas que dejaron de patrocinar las llamadas “narconovelas” por la presión de su audiencia), mostrando como ejemplo marcas y personas que reprochaban el contenido de la novela, pero irónicamente las cifras mostraban un incremento potencial de los consumidores de la serie, es decir, un nicho de mercado de gran tamaño para las marcas. El fenómeno aquí presente es cómo a partir del reproche frente a un programa desconocido para muchos, lo convirtió en uno de los más populares del momento, debido a que ha dado de qué hablar.

Los medios de comunicaciones y los profesionales que en ellos se desenvuelven han creado una cultura de No cultura tan grande que ahora las personas prefieren consumir diversión y contenido vacío (contenido light) a contenido que promueva la educación, el futuro y el progreso, vemos casos como cadenas de televisión locales que se la juegan pidiendo presupuesto nacional para generar documentales y crear contenidos educativos para formar, pero que por su poca audiencia se ven en aprietos económicos todo el tiempo, por ende no solo los programas cuentan con un presupuesto apretado y pequeño , sino también, que a los profesionales que laboran en estas cadenas se les paga menos, entonces allí radica otro problema ético actual, trabajo con grandes obstáculos para recibir poco, o trabajo con todas las herramientas aunque vaya en contra de la sociedad para recibir más. «No hay vocación cuando hay dinero de por medio».

No hay una herencia cultural que se esté transmitiendo, por el contrario estamos atorados en el mismo momento histórico que vivieron nuestros abuelos hace muchos años, los medios a través de su contenido no ayuda al progreso, sino que fomenta ese estancamiento general de repetir la misma historia, de vivir los mismos problemas, de seguir con la venda y dejar que otros nos guíen.

No dejamos de lado el valor de los profesionales tan bien formados que tenemos actualmente, y que constantemente se especializan y forman en diferentes disciplinas para optimizar sus labores, pero si debemos restarle valor debido a la poca ética existente en algunos que actúan en contra de la sociedad o en pro de anti valores para conseguir beneficios para algunos.

El verdadero valor de un profesional debe ser enfocado en la producción del beneficio colectivo que sirva de motor para la sociedad, recordemos que todas las ramas del conocimiento y atrás laborales fueron creadas a partir de las necesidades globales de la humanidad en cierto momento histórico, tristemente hay que decir que no fueron estas ramas las que tomaron otro rumbo buscando el beneficio de algunos, fuimos nosotros como seres predecibles y corrompibles los que buscaron darle otros fines a ese conocimiento, creando nuevo conocimiento impulsado por la búsqueda del dinero a través del control.

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, también conocidas como cortinas de humo, que consisten en desviar la atención del público para ocultar o minimizar el impacto de una noticia, dirigiendo la atención a un «boom» actual o noticia de última hora a la que se le da mayor cobertura para que el público olvide lo otro que está sucediendo y se concentre en lo que los medios han generado, que además es apoyado por diferentes medios pertenecientes a un mismo oligopolio para proteger sus intereses (bombardeo de medios). También es importante destacar que para que todo funcione por completo y el público siga incauto en los mensajes de los medios se debe garantizar que la masa está sumergida en la ignorancia y la mediocridad, siendo casi esclavos del sistema, que son manipulados a partir de argumentos que aluden más a los sentimientos que a la razón.

Seguimos siendo moldeados mientras creemos que somos nosotros mismo quienes nos moldeamos.

¿Qué estás haciendo desde tu profesión para apostarle a la sociedad? ¿o crees que este no debe ser un rol que tengan los nuevos profesionales?

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@egomezmarketing
Director de estrategia / Docente posgrado

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1 Comment

  1. Great content! Super high-quality! Keep it up! 🙂

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